Yeti, obviamente, no es un gato callejero, obviamente también, le abandonaron. Lo encontramos en la calle, acurrucado bajo un coche en unas condiciones lamentables y muerto de miedo. Poco a poco y tras un par de baños y más de un cepillado, está recuperando su precioso pelaje.
Yeti como todos los Angora es muy inteligente y muy curioso, y también bastante activo. Y como los Angora, también es un gato al que le gusta la paz y la tranquilidad. Muy devoto de su compañero humano, Yeti te seguirá por casa allá donde vayas.
Desgraciadamente está esperando su oportunidad en la jaula de una residencia, así que nos urge encontrarle un adoptante maravilloso.
Si te apetece disfrutar del cariño y de la belleza de Yeti, escribe a:
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