
Una vez iba mi marido con Cleo y un dálmata se le acercaba dando brincos para jugar, él se dio la vuelta y el dueño le dijo: pero no hace nada; a lo que mi marido le contestó que Cleo se ponía nerviosa y si sentía demasiado jaleo mordía, que mejor no lo dejara acercar. Total que unos pasos adelante, mi marido se detiene a encender un cigarro y no se da cuenta que el dálmata aún los sigue, entonces Cleo siente que el otro la huele y le brinca cerca, así que suelta el mordisco (que no lo prendió, primero porque es no cierra completo el hocico y después porque mi marido la jaló). Pero en ese momento sí, vino el dueño todo indignado a reclamar (por supuesto, antes estaba platicando del otro lado del parque mientras su dálmata corría como loquito por todo el parque sin supervisión).
Estamos trabajando en que Cleo se sienta segura y no se inquiete con otros perros, si no estamos seguros de que está tranquila no la dejamos acercar. ¿Por qué la gente se empeña en que sus perros jueguen con todos? Estamos de acuerdo, la "silvestrita" es mi perra, yo la traigo atada, cuando algún perro se empeña en jugar y no veo disposición, me retiro y pongo sobre aviso al dueño, ¿estoy mal?