Si, eso, que a mi perro le gustan las gafas de sol, pero no para ponérselas, sino para comérselas. Ya vamos a por el tercer par, las primeras solo sufrieron destrozos menores, las segundas las dejo hechas un churro, menos mal que ya no me las ponía, pero las terceras, ay!! Las terceras son (eran) unas gafas nuevas de casi doscientos euros . No me digas como pudo llegar a cogerlas de encima de la mesa, es increible, yo le llamo el perro lombriz, no os imaginais como puede llegar a estirarse cuando quiere.
Lo que más rabia me da es que no estaba conmigo, yo estaba en el trabajo y no pude reprenderle para modificar su conducta, así que por ahora sigue sin saber que comerse gafas no es correcto.
Y si pones unas gafas viejas muuuuy viejas, y les untas guindilla o algo que no le guste nada??? Para cuando no la veas..(con mi perra funcionaría con ponerle un trocito de lechuga encima, que eso del veganismo no le mola nada jajaj)...
A mi Kala le ha dado por romper el tapajuntas de la puerta. Le untè binagre y pimienta, y la muy puñetera espera un par de dìas a que se quite el olor y al ataquer.....
Y eso, cuando yo no estoy. Deja la madera tirada en el suelo y cuando llegamos coje los trozos y se los va comiendo.
La petarda sabe cuando hace algo porque cuando llego a casa se me tumba en el suelo sumisa ella con las orejas para atras, o se esconde.
La verdad que desde las 7 am que me da diana a base de abrazos hasta que me levanta de la cama, hasta que me acuesto, contìnuamente me busca para jugar, y a mì que me va el rollo. Pero està muy exigente, por poco que me guste tendrè que empezar a ignorarla algo màs.
Pues eso, que lo de las gafas no sería lo peor que haría ese día. Pues nada, por la tarde le dió por robar una cuchilla de afeitar del mueble del baño(tiene puerta corredera y por lo visto ya sabe como abrirla), me dio un susto de muerte, porque cuando coseguí quitarsela, ya le había roto la protección y estaba mordiendo las cuchillas. El muy cabrito cuando roba algo se va a meter debajo de mi cama, porque es muy baja y los humanos no entran, solo pueden los perretes, en esa situación lo hay que sacar con la escoba, os juro que cuando conseguí hacerle salir pensé que tendría toda la boquita cortada, gracias a Dios llegué justo a tiempo y todo se quedó en un susto, pero menudo susto.
Natalia, lo de untarle unas gafas viejas, que por cierto, ya no tengo, porque también se las ha comido, no creo que sirva de nada, no hay nada en el mundo que no le guste a mi perro, se come hasta guindillas, solo hay una cosa que no le hace demasiada gracia, el jamón de york, podría poner una loncha encima de unas gafas, pero no creo que eso sea demasiado impedimento para destrozar lo que más le gusta del mundo, las gafas de sol.