GUERRA A LA LEISHMANIA
Re: GUERRA A LA LEISHMANIA
Bueno, pues os cuento.
Bruna era una preciosa rottweiler, fuerte, sana, y toda una reina. Hacia los cinco años tuvo unos problemas de piel, y pensamos que podía ser leishmania, pero los análisis dieron negativos, así que lo descartamos. (Hay que decir que por aquel entonces los análisis estaban mucho menos perfeccionados que ahora.) El problema se solucionó, y nos olvidamos del asunto.
Un buen día, cuando tenía siete años, empezó a rechazar la comida (¡nunca jamás lo había hecho!). Sólo quería comer cosas muy suaves, lo demás no lo quería. Empezó a perder peso a ojos vista: en sólo una semana, se le marcaban todos los huesos. Después se puso amarilla, y la orina se le puso totalmente naranja. Se quedó sin fuerzas para nada: lo único que hacía era estar tumbada en su colchón, y sólo se levantaba de allí cuando su adorada ama llegaba a casa.
Fue tal el deterioro, y tan rápido, que estábamos convencidos de que tenía un tumor en el hígado. Le hicieron analíticas (efectivamente, indicadores hepáticos totalmente enloquecidos) y una ecografía. Cual sería nuestra sorpresa (la de la veterinaria incluida) cuando resultó que no había ningún tumor! Lo que tenía era una leishmania galopante con una afectación hepática y renal tremendas. Sinceramente, nadie daba un duro por ella.
Con una afectación tan fuerte, el glucantime estaba descartado (no lo hubiera soportado), y entonces aún no existía el milteforán, así que hubo que optar por el tratamiento más leve, pero también menos efectivo: ripercol y alopurinol, acompañados de protectores hepáticos y vitamina B. La perra mejoró un poquito, pero pensábamos que sólo estábamos comprando un poco de tiempo, que era un efecto momentáneo de los protectores hepáticos y que luego volvería a caer para ya no recuperarse.
Sin embargo, para nuestra sorpresa, siguió mejorando... y mejorando... y mejorando... Empezó a ganar peso, perdió el color amarillo, recuperó la vitalidad... ¡y las analíticas mejoraron sin parar! Un año después, la perra estaba recuperada, las analíticas eran normales y el jodío bicho ese parecía indetectable. Le cambiaron la medicación, para dejarla únicamente con alopurinol como mantenimiento, a ver qué pasaba, y la reinona siguió estupendamente. Finalmente, dejó el alopurinol también, o lo tomaba en temporadas alternas, pero la leishmania nunca volvió a aparecer.
Bruna murió hace un año y medio, de simple vejez, a los 14 años de edad: ¡todo un récord para un rottweiler! Nos dio a todos una buena lección de superación y resistencia.

Bruna era una preciosa rottweiler, fuerte, sana, y toda una reina. Hacia los cinco años tuvo unos problemas de piel, y pensamos que podía ser leishmania, pero los análisis dieron negativos, así que lo descartamos. (Hay que decir que por aquel entonces los análisis estaban mucho menos perfeccionados que ahora.) El problema se solucionó, y nos olvidamos del asunto.
Un buen día, cuando tenía siete años, empezó a rechazar la comida (¡nunca jamás lo había hecho!). Sólo quería comer cosas muy suaves, lo demás no lo quería. Empezó a perder peso a ojos vista: en sólo una semana, se le marcaban todos los huesos. Después se puso amarilla, y la orina se le puso totalmente naranja. Se quedó sin fuerzas para nada: lo único que hacía era estar tumbada en su colchón, y sólo se levantaba de allí cuando su adorada ama llegaba a casa.
Fue tal el deterioro, y tan rápido, que estábamos convencidos de que tenía un tumor en el hígado. Le hicieron analíticas (efectivamente, indicadores hepáticos totalmente enloquecidos) y una ecografía. Cual sería nuestra sorpresa (la de la veterinaria incluida) cuando resultó que no había ningún tumor! Lo que tenía era una leishmania galopante con una afectación hepática y renal tremendas. Sinceramente, nadie daba un duro por ella.
Con una afectación tan fuerte, el glucantime estaba descartado (no lo hubiera soportado), y entonces aún no existía el milteforán, así que hubo que optar por el tratamiento más leve, pero también menos efectivo: ripercol y alopurinol, acompañados de protectores hepáticos y vitamina B. La perra mejoró un poquito, pero pensábamos que sólo estábamos comprando un poco de tiempo, que era un efecto momentáneo de los protectores hepáticos y que luego volvería a caer para ya no recuperarse.
Sin embargo, para nuestra sorpresa, siguió mejorando... y mejorando... y mejorando... Empezó a ganar peso, perdió el color amarillo, recuperó la vitalidad... ¡y las analíticas mejoraron sin parar! Un año después, la perra estaba recuperada, las analíticas eran normales y el jodío bicho ese parecía indetectable. Le cambiaron la medicación, para dejarla únicamente con alopurinol como mantenimiento, a ver qué pasaba, y la reinona siguió estupendamente. Finalmente, dejó el alopurinol también, o lo tomaba en temporadas alternas, pero la leishmania nunca volvió a aparecer.
Bruna murió hace un año y medio, de simple vejez, a los 14 años de edad: ¡todo un récord para un rottweiler! Nos dio a todos una buena lección de superación y resistencia.


"Si a tu perro no le gusta una persona, probablemente a ti tampoco debería gustarte."
- EMIyMAX
- Dios del foro
- Mensajes: 11759
- Registrado: Vie Feb 20, 2009 1:40 pm
- Ubicación: Rivas Vaciamadrid
Re: GUERRA A LA LEISHMANIA
que historias.... tristes pero de superación
porque no la envias a guerra@suproteccion.es? yo creo que esto siempre sirve para la gente que pasa por ello
porque no la envias a guerra@suproteccion.es? yo creo que esto siempre sirve para la gente que pasa por ello
Re: GUERRA A LA LEISHMANIA
Increíble Monte, increíble...
Vaya ejemplos nos dan éstos peludetes

Vaya ejemplos nos dan éstos peludetes

- nuriaBogartDana
- Dios del foro
- Mensajes: 10257
- Registrado: Mar Oct 21, 2008 9:16 am
- Ubicación: Cantabria
Re: GUERRA A LA LEISHMANIA
Me encanta este hilo, ellos son unos campeones y vosotras también




El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
- isabelcal
- El foro es mi vicio
- Mensajes: 3977
- Registrado: Jue Feb 19, 2009 2:36 pm
- Ubicación: Valladolid
Re: GUERRA A LA LEISHMANIA
Monte
una historia preciosa y una perra a la que siempre querré sin conocerla, su historia me dio fuerzas en mi peor momento. 


Las personas nacen para que puedan aprender a tener una buena vida, como amar a todo el mundo, todo el tiempo y ser bueno, no es cierto? “Bien, los perros ya nacen sabiendo como hacer eso, por lo tanto no precisan quedarse tanto tiempo
- Valeria-FoxTerrier
- Mi foro y yo
- Mensajes: 7000
- Registrado: Mar Jul 08, 2008 3:19 pm