Y como yo normalmente voy bastante rápido con ellos, me iba acercando y, cuando estaba a unos 10 metros tan tranquilo, la mujer empieza a mirarme aterrorizada y comienza a gritar: "¡¡¡NOOOOOOO. PÁRATE DONDE ESTÁS. NO TE ACERQUES MÁS. PARA, PARA, NO VENGAS. NOOOOOOOO!!!"
La gente me miraba con estupor, algunos con sorpresa, otros con curiosidad, y otros partiéndose de la risa.
Lo único que se me ocurrió fue decirle que llevaba dos perros, como ella, y no dos toros.
Empezó a correr, a correr, se metió en una calle y desapareció. Entonces, se vuelve todo el mundo para mí y para los perretes (que me miraban con cara de flipaera) y empiezan a descojonarse, con perdón.
Está claro que esa señora no está preparada ni para tener perros ni para nada.
Cago en...
