Naia es más mala que el demonio.
Ahora tiene tres meses, para ser un cachorro duerme muy poco, una ratito por la mañana y otro ratito por la tarde y ya está. Y el resto del día se lo pasa haciendo travesuras.
A Noa la tiene amargadita, le muerde las orejas, las patas, los labios, la cara, hasta las tetillas le muerde a la pobre, y claro con los dientes de cachorro pues le hace daño.
Si no está mordiendo a Noa está dando vueltas por el jardín a ver que puede hacer, cada dos por tres le tengo que estar sacando hojas y flores de la boca.
Tendriais que ver como están mis zapatillas de estar por casa, menos mal que este año ya las iba a jubilar. Tengo una figura con unas cañas rizadas de adorno, pues parecen tirabuzones, han doblado su longitud, eso las que quedan, porque ya hay dos que han desaparecido.
Cuando la cojes en brazos y no quiere te muerde y protesta. Me tiene las manos y la nariz hechas polvo de los mordisco que me pega, cuando juega conmigo. No la riño porque se que es natural que muedan las manos para jugar, lo que hago es quejarme, entonces para y se me queda mirando, debe pensar que soy una blandengue. Luego me muerde más flojo.
Ayer por la noche se comió su pienso, y al pienso de los adultos les puse un poco de aceite de una lata de sardinas. Pues Naia se plantó delante del plato de Max y Noa y no los dejaba acercarse, les ladraba y les gruñía. La mocosa esta no se que se ha pensado.
Es un nervio, mi madre dice que parece una polvorilla.
Y no quiero saber lo que hará cuando cambie los dientes, y cuando sea más mayor, si ahora con tres meses no para de romper cosas, cuando tenga un par de meses más me incendia la casa.



Eso sí, está preciosa y muy grande, hace tres semanas cuando la adopté pesaba 4.300kg ahora pesa 7.700kg. En tres semanas a aumetado 3.400kg. Y cada vez tiene las patas más grandes. El arnés que le compré ya casi no le sirve y a este paso no lo va a poder aprovechar ni un día cuando pueda salir a la calle.
Perdonad por el rollo que os acabo de soltar.
