Bueno pues ayer me entregaron un protector dental, que creo que es de silicona.
Estuve antes de irme a la cama probándolo para hacerme a la idea, y bueno no es tan incómodo como pensaba.
Y a eso de las tres de la mañana me despierto y me doy cuenta de que no lo tengo.
Despierto a Jose, enciendo la luz, buscando entre las sábanas y me da por mirar a Rayo y lo veo dormido plácidamente en la alfombra con los restos del protector. Pero él sin inmutarse lo más mínimo, todavía me miraba como si le hubiese molestado al encender la luz.
Creí que me daba mal, ahora ya me rio, la verguenza ha sido contárselo al dentista y decirle "mi perro se ha comido el protector", y alli he ido yo con los restos envueltos en una servilleta.
Jooo!! que no me ha durao una noche.
Ala! ahora a reiros.

