
Ha estado toda la tarde fenomenal, juguetona, simpática, ladrona... y ésta noche de pronto se acuesta en el sofá y empieza a temblar, como está con lo de la diarrea (hoy no había hecho caca en todo el día) la saqué a la calle e hizo pis y un poco de caca, blanda, pero no diarrea. Nos metimos dentro y se quiso ir a la hamaca, pero tenía cara triste.
Le pongo la comida y no viene, y me propongo a dársela empezando por lo que le es más apetecible, el pollo, y no lo quiere... en fin, que le he puesto el termómetro y está en 39,7. Mañana por la mañana me vuelvo al veterinario.
A éste paso, ya no sé si tirarme al rio, tirarme por un puente, cortarme las venas o dejármelas largas


