
Como no teníamos nada para darle, lo echamos en las manos y ella bebía pero en un momento nos despistamos y le dio un lenguetazo al vaso con tan mala suerte que el hombre la vio y no veas el pollo que nos lió.
Como a mí a chula no me gana nadie, me fui hacia él y le dije que aquello no era el Ritz (el bar es de lo más normalito) y que seguro que había personas que tenían más gérmenes que mi perra, y le dije "pero mira como ha sido un error cóbrame el vaso". Y va el tío ca*** y me cobra un euro. Por supuesto es el sitio que más odio de mi barrio.
