Yo por suerte vivo en una urbanización y no sufro a diario a los guiris tocapelotas, pero no solo hablo de extrangeros aqui en verano también hay españoles.
Yo sufro a los domingueros, que son de lo que no hay, justo delante de mi casa, no está edificado, es un trocito de monte que separa la urbanización de la carretera general, y nosotros, y los vecinos de las dos casas que tengo a cada lado dejamos allí los coches y ya tenemos nuestros sitios adjudicados cada uno. Pues vienen los domingueros tocanarices, que tienen las casas más lejos y dejan los coches delante de mi casa, quitándonos el sitio, y aparte dejando sus coches lo más mal aparcados posible para que no quepan más, claro que lo que nosotros hacemos es que cuando cojemos el coche de mi marido, el mio lo pongo atravesado y cuando vuelvemos lo pongo bien otra vez, así no me quitan el sitio que tengo justo delante de la puerta de mi casa.
Y encima el verano pasado, los veo desde mi terraza, que llegan de la playa y se ponen a vaciar el maletero de bolsas, papeles, botellas.... Y los cerdos van y lo dejan allí todo tirado.
Es que el turismo......
Una vez iba paseando por las Ramblas de Barcelona y en una de las terrazas de un bar había un matrimonio de Alemanes con su hijo que íba todavía en carrito, debía tener unos dos años, y para mi asombro le estaban dando cerveza al niño con una pajita. Me quedé flipando

Así salen qué a las diez de la mañana ya se meten entre pecho y espalda jarras de cerveza de un litro.