
Me he alejado bastante de la carretera y las he dejado sueltas. No sabeis como ha disfrutado la enana! Corriendo por todos lados, con la lengua fuera, saltando márgenes, metiéndose entre los arbustos... vamos, una gozada.
Pero lo mejor de todo es que en ningún momento se ha ido fuera de mi vista. Ha habido momentos en que pensaba que se iba, pero cuando la llamaba o ella no me veía venía corriendo hacia mí.
Las dos hemos disfrutado un montón
