Salimos de casa, va olisqueando, hace sus cosas en los sitios de siempre, va pegado a mí...
Pero de repente, me mira de reojo, pega dos o tres saltitos, y se tira a mi pecho, al brazo, me gruñe, ¡¡y hasta me ha ladrado dos veces!!

Yo avanzo hacia él, y retrocede, pero vuelve a la carga. Sólo para cuando llego a una papelera o una farola y doy un manotazo. Como son de metal, suenan mucho. Entonces, todo vuelve a la normalidad y seguimos el paseo.
Al principio pensaba que era porque volvíamos a casa, o porque veía a otro perro, y se quería acercar y yo no le dejaba.
Pero me lo esta haciendo a veces a la ida, otras a la uelta, otras sin venir a cuento...
No me muerde, lo hace como para avisarme de algo que no le mola, pero el otro día ya me rajó un trozo de manga de un plumífero con la tontería.

S.O.S. Ayuda, porfa.
Graciasssss.
