Hace menos de un mes he recibido un palo muy grande.
Resulta que lleve a mi perrita, una spitz alemán que el 1 de febrero cumplirá 13 años, al veterinario porque tosía mucho. Pensé que era la enfermedad vulgarmente llamada Tos de las perreras, craía que era eso porque mi otra perra hacía poco que la había tenido.
Pues le hicieron unas radiografias y vieron que tenía el tórax lleno de líquido, estuvo ingresada 3 días, le sacaron 170ml de líquido pleural, creían que podía ser una enfermedad cardíaca, a la semana le hicieron una ecografia abdominal para ver de que se le había llenado el tórax de líquido y vieron que tenía todos los nódulos linfáticos inflamados. Así que decidieron hacerle una punción en los nódulos para analizarlo, ese mismo día le sacaron 380ml más de líquido del tórax.
Los resultados de esa punción revelaron lo más temido para nosotros. Mi pequeña tiene un linfoma (cáncer en el sistema linfático).
Hace dos días fuimos a hablar con el veterinario y nos explico que el único tratamiento es hacerle quimioterapia pero que curarse no se va a curar, si tolerara bien la quimio no nos aseguran que la perra vaya a vivir un determinado tiempo. Hay perros que se mueren antes de acabar las 16 sesiones, hay perros que la acaban pero duran un mes, dos, tres, 6 meses... Pero más de eso no.
Después de mucho pensar hemos decidido que con 13 años como tiene no la vamos a hacer sufrir y que la pobrecita aguante lo que pueda sin tratamiento.
Es una decisión muy dura, saber que tu perra se muere y no puedes hacer nada.
Ahora ya hemos asumido que tiene un cáncer irreversible. Lo que ahora me da miedo es cuando llegue la despedida.

Gracias a todos por molestaros en leer mi historia.
