"No hay derecho", son las palabras que me repito todas las noches al acostarme, pero nadie escucha mis quejas, nadie me devuelve a quien me falta. Es ley de vida unos llegan y otros se van y no hay nada que podamos hacer para remediarlo porque nadie se queda aquí para siempreSilvia_Z escribió:
O a lo mejor soy yo el que se acerca una mañana a ti —quién sabe— y te silbo y te llamo y tú levantas la cabeza con el gesto de siempre.
No te preocupes, Troyio: si nada dura —ni el amor—, tampoco la muerte durará.
En donde sea, estaremos todos juntos de nuevo, riendo y bromeando.
Si no, no habría derecho.
