Os cuento como fue la excursión de ayer a Rupit.
Tardemos una eternidad en llegar hasta Rupit, aunque tan sólo está a unos 80 km de casa, es que a Dunia le dio por marearse y vomitar, cada dos por tres teníamos que parar a limpiar.
Para pasar de una parte del pueblo, donde está el parking, a la otra hay que atravesar un puente, hasta ahí bien, Dunia estaba muy tranquila hasta que lleguemos al puente, en el que entró toda confiada y se acojonó cuando el puente empezó a moverse bajo sus patas. Es un puente colgante, todo un suplicio cruzar el puente.
Dimos unas vueltas por el pueblo antes de empezar el camino a las cascadas. Os dejo unas fotos del pueblo, es todo de piedra, incluso si construyen casas nuevas, están obligados a que sean de piedra, para no romper la estética.
Empezamos el camino por la montaña hasta las cascadas.
Dunia iba con la correa extensible porque todavía no me fío de llevarla suelta. No perdía detalle de nada.
El camino va por al lado del río, cada vez que estaba el agua a su alcance Dunia se metía dentro, eso sí, hasta donde no cubría mucho, donde veía mucha agua sólo olía.
Esta es la primera cascada que hay, la pequeña.
Lleguemos a una parte donde se forman una especie de charcas, justo antes de el salto de agua grande. Allí Dunia se lo pasó genial dentro del agua, sumergía el morro e intentaba morder el agua. Nosotros también aprovechemos para meter un rato los pies.
Dunia y yo pilladas in fraganti haciendonos unos mimos.
Aquí ya habíamos llegado al mirador, estas son las vistas.
Falta la foto de la cascada grande, no sé por qué cuando la reduzco luego me dice que no se puede guardar. Para que os hagais una idea Can Sallent, es un salto de agua de unos 100 metros. Os dejo un enlace para que veías la foto, ya que yo no la puedo poner.
http://1.bp.blogspot.com/_hmi25SMh-ts/R ... allent.JPG
Dunia se lo pasó genial, investigándolo todo, no dejó matorral ni zona con agua sin explorar, el camino hasta el salto de agua es algo complicado y en algunas ocasiones creí que me iba al suelo mientras bajaba rocas y desniveles ya que Dunia iba muy deprisa y no me esperaba

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Hizo dos amigos perrunos por el camino y muchos amigos humanos que le decían cositas.
He descubierto que a Dunia le encantan los niños, ahí donde había niños quería ir ella.
Llegó a casa tan derrotada que se tumbó en el sofá e incluso le enseñaba los dientes a Naia y Noa cuando se le acercaban.
Yo hoy estoy con agujetas en las piernas de trepar por las piedras, raíces, desniveles....
Todos nos lo pasemos genial, pero Dunia disfrutó como una loca.
Espero que os gusten las fotos.