Ibamos paseando por el parque y llevaba a Lluna suelta. Ha aparecido un hombre con un perro y Lluna se le queda mirando con el rabo moviéndosele mas que las aspas de un helicóptero. De repente se pone a andar en dirección al perro, mas contenta que unas pascuas, y yo que no conocía de nada al perro ni al hombre, digo "Lluna, quieta !!" y se para en seco, me mira y se sienta. Se ha quedado sentada hasta que he llegado y le he puesto la correa

Sé que a algun@s os parecerá una tontería, seguro, pero para mi ha sido una cosa muy importante en la educación de mi niña y, además, pongo un granito de arena en la desmitificación de que los yorkis son unos "perros-patada" que solo saben ladrar y dar por saco
