
Veréis un familiar de mi pareja tiene un labrador desde el 2006 y durante estos 4 años, por descuidos y demás se les ha escapado largas temporadas. Tanto es así, que la última vez que desapareció fue en el puente de la Inmaculada del 2009 y fue avisado hace 3 días por un veterinario porque una pareja lo había encontrado en la calle.
El perro está perfectamente, gordito y sanote. El problema es que, le han regalado por Reyes otro cachorro de labrador a su hija...

Pues bien, aquí viene mi dilema. Tengo un mastín español desde el 2003. Es dócil, tranquilo y tan solo una vez tuvo una riña con otro perro. De hecho se asusta incluso de los perros pequeños!

Nos da miedo que puedan llevarse mal, que no consigamos enseñarlo, que se peleen...
Vosotros qué opináis? A favor del posible "nuevo" inquilino debo decir que su comportamiento con el cachorro que estaba en la casa de sus dueños fue formidable. Los niños incluso lo agarraban de la cola y no lo escuché gruñir en ningún momento.
Espero vuestra respuesta lo antes posible, porque hemos decidido tomarlo este finde para ver qué tal se llevan y "ponerlo a prueba".
Gracias por adelantado!