En una de las salidas con Baro, vi a través de una esquina en la que hay escaparates (por eso pude ver) a una señora que tiene un Schnauzer mediano bastante agresivo con perros al que lleva con arnés y flexi.

La señora se paró en el escaparate pero el perro siguió, dio la vuelta a la esquina y se nos colocó justo delante (más o menios a metro y medio).
A Baro le di la orden de "quieto" y ambos nos quedamos como estatuas, imaginaos a la gente mirando con cara de "¿qué pasa ahora"? Pues pasó que en custión de décimas, cruzaron las miradas, y el perro se nos tiró tras enseñarnos una bella dentadura con sus respectivas encías.
Cuando vi que iba a morder a Baro (y que acto seguido Baro se iba a convertir en el animal que lleva dentro) me lancé a darle un puñetazo al perro SÓLO para apartarlo, no penseis mal, pero la mente me dictó no hacerlo, así que quité el brazo y quité a Baro. Al fin y al cabo, la culpa no es del perro.
Cuando la mujer oyó el alboroto y ya con el hombro fuera de su sitio, giró la esquina y me pidió perdón viendo que yo estaba bastabte mosqueado. Este perro ya tuvo una con Thor.
Por la tarde me fui a pasear con un amiguete que tiene un Dogo Argentino muy simpático (evidentemente ya con Kyra). Cuando los soltamos, me olieron el bolsillo en el que llevaba un par de premios. Los saqué y le di a los dos. Pues a Kyra no le sentó muy bien (para ella sólo hay dos motivos en la vida para pelear: gatos y comida). Le pegó dos rugidos que me quedé

Total, que nunca pasa nada extraordinario, y ayer doble ración.
TOCHAZO.