
Hoy he sacado al granuja a pasear por la mañana temprano, se lo ha pasado pipa y yo también


Mientras paseábamos hemos cruzado por el puente de un molino para atravesar el río, el agua cruza por el molino por una especie de túneles, así que amarrado ha cruzado porque como se tira al agua, no fuese que la corriente o algo lo hiciese pasar por ahí. Pues a la derecha había un pato precioso, con el cuello verde-azulado y unos colores muy lindos. Dady lo ve y se pone muy emocionado, y el pato lo mira a él con mucha precaución mientras se tira al agua con un pensamiento claro de, este me come...

Pues seguimos y subimos las escaleras al cruzar por el puente para continuar el paseo por el camino mientras lo vuelva a soltar.
A la izquierda se va viendo el río, pues descuido mío que hay más adelante como una especie de muelle, unas escaleras que van hacia abajo con un una zona de cemento, donde los pescadores pescan y algún que otro pintor pinta.
Él sin pensárselo baja, y yo pensando, no se tirará porque está altito... Una mierda que me coma, el tío se tira y da pie. Cuál es nuestra sorpresa que vemos al pato nadando por allí (se tiro para huir de la bestia y mira por dónde se la encuentra...


¡Y lástima de no haber tenido una cámara a la vera, de verdad! Dady mete caña con muchos ánimos detrás del pato, el pato nadando ligero muy callado... Hasta que va viendo que un perro rizado se le echa encima, ¡¡si lo hubieseis visto!!




El jodío iba todo contento detrás, el pato que no paraba de ''gritar'' porque se veía devorado por mi perro, mientras echaba la cabeza para adelante y para atrás, como si así fuese a correr más.
Y yo riéndome nada más que de contemplar la escena, pero preocupada... Y no, no por el pato, sino por el tonto de mi perro que seguro que recibe un picotazo le sacan el ojo y el tío ni se inmuta.
Se empezó a alejar mucho (menudos largos y menuda carrera), así que lo llamé, que ya me lo veía río abajo, y el rizos deja al pobre animal que suspiraría de alivio me imagino, pero no se venía a mi vera, se hacía el remolón dando vueltas, y no por el pato, sino que en el agua se está muy bien, y dije, ¿así? Pues ahí te quedas, empiezo a subir las escaleras y escucho un llanto, un lloriqueo lastimero, bajo las escaleras y me lo veo llorando porque no llegaba a tiempo, claro, nadando ese trecho de vuelta se tarda algo, y nadaba con unas ganas como si realmente esperara que lo fuese a dejar ahí

Al final lo tuve que ayudar a subir porque no podía, si es que lo tenía que a ver dejado allí...

Pero de verdad que el momento del pato a sido fabuloso, nunca he visto a mi perro nadar tan rápido ni a un pato, es como si aquello fuese una carrera (aunque no creo que el pobre pato angustiado pensase lo mismo), mierda de no tener mi móvil y no esta patata con teclas...

Ah, y otra cosa digna de mención, a la vuelta del paseo nos encontramos con varios perretes jugando, así que dejé que jugará un rato (¡no se cansa!) y Dady se dejó acariciar por unos desconocidos mientras jugaba con sus perritas cruces de yorkshire, sí, sí, le toquetearon bien y le dieron hasta unas palmaditas mientras la mujer comentaba lo suavito que es, es la segunda vez en esta semana que se deja tocar...
