

Elliot y Ronda toman el sol en la azotea (que ahora tiene que estar vetada, pues ya son dos perras las que pretenden subir al tejado, así que hasta que no encuentre algo con que impedir el acceso al tejado, sólo estarán arriba cuando yo esté).

Ronda, el día de la manifestación. Ese día iba a ser adoptada por una chica, que en el último momento se echó para atrás. Pero también es el día que Ronda vino para casa, el día en que dejó el refugio atrás, para siempre


El primer día, esa misma noche, en casa, tapada con una mantita. Le gusta que le tapen. Además, ese fin de semana había hecho mucho frío, así que además estaba al ladito del radiador.

Su primer perripaseo. La verdad es que se lo pasa genial y se porta fenomenal, obedece, viene cuando se le llama y jamás se separa del grupo. Ella disfruta de todos los paseos, le encanta salir, le encanta el parque, le encanta la calle, pero lo que más más disfruta, es corretear por el campo con los amigos perrunos.

Descansando en el parque canino, después de hincharse a correr (bueno, y después de haber estado toda la mañana en la calle, ese día llegó a casa por la noche, molidita)

Con Elliot y Sookie en el paseo marítimo. Ojalá pudieran corretear por la arena de la playa...


Ronda corriendo como las balas en el parque canino (menos mal que tenemos uno cerca... ésta perrilla necesita correr, aunque sea un poco, todos los días).

Corriendo con su amiga Maruxa.

Se está poniendo guapísima. En tres semanas se le ha estilizado el cuerpo muchísimo. Ha adelgazado, que lo necesitaba, porque en el refugio estaba sobrealimentada en exceso, porque estaba demasiado redonda, y ahora se está poniendo esbelta, atlética... y además se le está poniendo cuerpo de podenquita total.
En fin, espero que os gusten las fotitos, y a ver si les voy haciendo más a los tres juntitos.
Besitos


