A ver, os pongo en antecedentes.
Ronda es una tragona de cuidado, es agoniosa con la comida. Se pone nerviosísima. Hago todo, la hago sentarse y esperar y que coma solo cuando yo le indico que ya puede comer, mientras hago todo eso, ella mira a un lado y a otro lloriqueando y babea.
Digamos que... le gusta comer.
Al principio, era tan agoniosa, que como ella siempre terminaba (y termina) antes de comer, se iba y, aunque los otros estuvieran comiendo, metía el hocico para comerse la comida de ellos.
Ahora he conseguido medio controlar eso, pero aún así tengo que estar delante cuando comen, porque si no estoy, vuelve a intentarlo.
Sookie, por ejemplo, ahora que con la edad está más centradita (no del todo, pero bueno, mucho más

El caso es que hoy, por ejemplo, Ronda ha terminado de comer, luego termina Elliot y Sookie seguía (aunque había hecho un par de pausas, en las que se sienta, mirando a la comida, y luego se anima y vuelve a comer). Si se le cae algún grano, Ronda empieza a mirar para encontrar la manera de comérselo, pero no mete el hocico en el comedero de la otra.
Bueno, el caso es que Sookie llega y se tumba delante del comedero, y Ronda, que había estado un buen rato sentada delante de ella observando a Sookie y su comida impertérrita, comienza a acercarse, poquito a poco, por el lateral.
Cuando llega a cierta altura, Sookie se levanta y así mirándola le enseña los dientes.
Ronda se retira, pero no cesa en su empeño de acercarse al comedero, y Sookie vuelve a enseñarle los dientes.
Ronda deja de acercarse, no hace más intentos, aunque al final he sido yo la que la ha apartado y la he llevado más lejos.
Entonces Sookie, que como digo, estaba anteriormente tumbada frente a la comida, ha vuelto a comer.
Y la pregunta es, con respecto a enseñarle los dientes. Está claro que es comunicación perruna, ¿hay que permitirlo siempre? ¿Hay que regañarla si le enseña los dientes a la otra como diciéndole: ni te acerques y deja de agobiarme?
Besicos.