Gracias por estar ahí siempre chicos.
Se me hace durisimo pasar por esto de nuevo.
Me queda todo lo bueno que pasemos juntas, y saber que la he ayudado hasta el final.
Que le he dado una muerte digna.
Y sobre todo, que no ha sufrido.
Cuando ya estaba dormida, la he cogido, la he abrazado, y no podía dejarla en la camilla
no podía salir del veterinario sin ella.
Yo, Damián y la veterinaria llorando, pero ella en todo momento se ha sentido arropada por nosotros.
Ojalá fuese yo la mitad de valiente de lo que lo ha sido ella durante su corta, pero intensa vida.
Si necesito hablar, os escribiré por aqui (Seguro), por que va a ser una temporada dificil.
Mil gracias