el domingo mi padre cumplió años de haber muerto y fui a comer con mi mamá y mis hermanos después del parque, me llevé a Circe y ella tan feliz (un enorme jardín para corretear y un par de primos humanos que la consienten).
el problema es que al ir caminando plácidamente por el jardín se le apareció una cosa peluda ladrando como poseído, los que estábamos en el comedor escuchamos y por supuesto mi primer pensamiento fue: me voy a endrogar con un perro, así que instintivamente grité: Circe, aquí...
mi sorpresa fue enorme cuando mi sobrino de 16 años dijo que no había sido Circe, y veo pasar despavorida a mi perra, correteada por un demonio de tazmania llamado Bolo



lo bueno es que las silvestres son mis perras
