Pues vero, no te recomiendo ser como Dama.
Una pupas, este año por ahora poco, toco madera para que siga así.
Una miedosa compulsiva, maniática, perro velcro, llorona, mimosa a mas no poder.
Pero..... a pesar de todo, la quiero con locura y sabiendo como es ella, no me arrepiento de tenerla y si volviera atrás la volvería a traer a casade nuevo, con sus virtudes y sus defectos.
Es mi niña, la princesa de la casa, la que me hace reir, la que siempre está cuando estoy triste y me quita la tristeza metiéndome una pata en el ojo, o haciendome un arañazo. Siiiiiiiiiiiiiiiiii es muy finaaaaa y delicada ellaaaaaaaaaaaaaa

. La que cuando tienes el día maloooooo y te tumbas en el sofáaaa, se sube en plancha encima tuya, como no recordando que pesa veintitantos kilo y te puede hacer daño, eso ella se lo pasa por el forro.
Pero a pesar de todo, la quiero tal y como es.
Cuando usted abandona un perro porque ya "no le sirve", sus hijos aprenden la lección.
Quizás hagan lo mismo con usted cuando sea un anciano. Piénselo.