Resulta que a Dama antes le daba miedo los crios, pero desde que ha descubierto que se puede jugar con ellos, la cosa ha cambiado totalmente, hasta tal punto que no hace caso de nada.
Hoy por ejemplo, iba con la hija de una amiga 7 años, las dos se lo pasan pipa. Cuando van por el bosque no hay problema ninguno, el problema viene en la ciudad.
Esta tarde, me llama mi amiga, bajo con la perra y EMPIEZA LA FIESTA.........






La niña andando pegando saltitos, Dama salta, mete las patas en la capucha de la niña, ha descubierto que así puede andar a dos patas y no se cae y las dos cabras (niña y perra), andando dando saltos por la calle, yo sujetando la correa, dama tirando, chupándole la oreja a la niña a la vez que andaba. Le riño, se tira al suelo como si fuera a matarla, tumbada, rabo metido entre las patas, orejas agachadas...se pone junto a mí 2 segundos contados, la niña empieza a andar dando saltitos de nuevo... dama me da un tirón, mete de nuevo las patas en la capucha de la niña y sigue la fiesta. Yo mientras gritándole, riñendole para que no tire, diciéndole juntoooo y ella se lo pasa por el mismo forrooooo.
A parte ella cree que todos los niños son iguales, que no le tienen miedo. Ahora tiene debilidad por los niños y cuando la saco y voy al parque con ella, que normalmente hay niños jugando a la pelota o patineteeee, empieza la fiesta, se pone a dos patas, el rabo parece un ventilador dando vuelta, se pone de los nervios, corriendo con la correa detrás de todo niño que corre, yo mientras sujetándola con la correa. Se pone a ladrar yo le riño, pero ni puñetero caso.
Cuando la saco al medio día, hay niños que han terminado el colegio y cuando estamos esperando a que se ponga el semáforo en verde (para peatones), la señora tiene dos opciones.
- Cuando me doy cuenta, miro, y me encuentro a la perra con el hocico dentro de la bolsa de la compra del que está al lado mía. Hay gente que le hace gracia y abre la bolsa o el carro de la compra y Dama mete el hocico más. Yo le digo, DAMA NOOO y el/ella, no importa, se parten de risa. Pero hay otra gente que no le hace ni puñetera gracia.
- La señorita, cuando estoy en el semáforo esperando y está la mamá con los nenes, quiere fiesta, se pone a dos patas, a ladrar, moviendo el rabo y hay madres que le dan un tirón a sus hijos, pensando que la perra le va hacer algo. Aunque yo le diga que la perra solo quiere jugar, entiendo que no a todo el mundo le tiene que gustar los perros.
Así que si alguien me da consejos para quitarle la manía de las bolsas y que me haga caso os lo agradeceré.

Nota: va tan pendiente de los niños por la calle, que se arrea ella sola, contra farolas, coches aparcados y a ella se la reflanfifa.
