Pues como creo que de momento ha pasado por esta experiencia inolvidable os cuento: La amiga de Emy me dijo que cogiera pañales de prematuro del mercadona. Yo no podía ir estos días hasta el más cercano y en la tienda de mascotas llamaron al proveedor a ver si los tenían de un día para otro, al final el proveedor los tomó por el pito del sereno y hasta el jueves no los tuvieron, así que como veía el tema pa largo el miércoles cogí pañales de bebé de recién nacido de los de Schelenker, muy baratitos la verdad, no sé si más que los del Mercadona, y probé, le hice el corte donde la cola bastante decentemente, no se lo quitó, a mí me parecía que le quedaban justos pero bien, son de 2 a 5 kilos y Dana como está ahora con el pelito corto y es muy finita la quedaban bien. El jueves cogió Chus los de perro porque ya estaban encargados, 6,75 el paquete, de 4 a 7 kilos, y ohhhhhhhhhh me cago en to, la quedan aparentemente mejor pero la tía se lo quitó igual que yo puedo quitar las bragas, sin tocar las tiras ni na, así que se meó igual

. Ayer la puse de nuevo el de bebé y sin problemas, así que visto lo visto usaré los de perro para gastarlos y ajustándolos más aunque sea con cinta aislante y no vuelvo a comprarlos, se lo comentaré a la de la tienda para que no me pida más, que no ajustan lo suficiente.
¿Lo demás? Esta mañana ha tosido un poco, come bien (pero cuando la sale del nardo), está contenta, juguetona y mimosona, ¿qué más puedo pedir?

El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).