GUERRA A LA LEISHMANIA

[isabelcal]

Bueno, pues hoy nos ha propuesto Emy que contáramos nuestra experiencia con la maldita enfermedad para ayudar a más gente. Me parece una iniciativa muy buena, que seguro que ayuda a mucha gente.

Os dejo el enlace de la página:

http://suproteccion.es/guerra-a-la-leishmania/

Y como acabo de mandar la historia y como es normal tardaran en publicarla, os la dejo para que seais los primeros en leerla. Muchas gracias a todos vosotros que habeis estado desde el primer día a nuestro lado, sin vosotros habría sido más difícil.




Llegaste a nuestras vidas en Junio de 2007, eras todo orejas y dulzura, y desde el primer momento que cruzamos nuestras miradas ya te queríamos. Bueno no es cierto, te queríamos desde tu primera foto que llego en un mail, tienes un magnetismo que haces que la gente te quiera desde que te cruzas con ellos.

Siempre has sido fiel a tu raza, un beagle como mandan los cánones, destrozón, cabezota y escapista. No te ha faltado cumplir nada de todo eso, pero da igual nosotros jamás habríamos querido que fueras distinto.

Te hemos querido y cuidado como mejor hemos sabido. Siempre has tenido un buen pienso, tus revisiones y protecciones al día, pero no lo pudimos evitar... Llego un horrible día en que te diagnosticaron algo que sólo con nombrarlo nos hacía temblar. Leishmania.

Llevabas todo el verano malito y no dábamos con lo que tenias, hasta que al final las pruebas para descartar confirmaron las sospechas del veterinario, tenias Leishmania. Ese 10 de septiembre de 2009 fue uno de los peores días de mi vida. No entendía como había pasado, porque a ti y sobre todo tenía miedo mucho miedo.

En tu primer análisis salió con un valor bastante alto 1/400. El veterinario nos ofreció varios tratamientos y nosotros escogimos el que él nos recomendó. Milteforan, primero una tanda de un mes con análisis cada dos semanas para comprobar como ibas. Tenias un poco de anemia pero aceptabas bien el tratamiento y lo más importante jamás has dejado de sonreír.

Hay empezó un largo camino en el que combinamos varias veces el Milteforan con tus dos pastillas diarias de Alopurinol, y así hemos estado durante mucho tiempo. La verdad es que es lo que decimos siempre a todo el mundo. Al principio la Leishmania. asusta demasiado pero luego todo se convierte en rutina, sólo rutina.

Este último verano empezamos a combinar el Alopurinol con un nuevo tratamiento. Un jarabe nuevo (Leishguard) que simplemente es protección, ayuda a las defensas para luchar contra la maldita enfermedad.

Y en Septiembre de 2012 llego la mejor noticia de nuestra vida. Proteinograma de perro sano!!!!

Y así seguimos, el Alopurinol ya no te lo tenemos que dar y sólo estamos con el Leishguard cada tres meses.

Tú nos has enseñado que lo que tanto nos asusto no era para tanto. Que con esas ganas y esa fuerza que tienes de vivir no hay nada que temer, y que vamos a seguir luchando muchos más años porque a tu lado mi vida cada día es un regalo.

Sólo quiero animar a cada persona y a cada peludo que estén en nuestra situación. Al principio todo es horrible, da miedo y se te viene el mundo encima, pero se puede luchar contra esta enfermedad. Sólo hace falta rutina y muchas ganas y fuerzas como las que Woody cada día nos demuestras.

Gracias Woody por cada día, por hacer que todo valga la pena. Te queremos mucho y sin ti no seriamos lo que somos.

[EMIyMAX]

Sois una familia de campeones. Aquí se os quiere... mucho....

Gracias por tu historia Isa. Seguro que animará a gente que ha pasado por eso. Un beso muy muy fuerte.

Ah, y al orejotas le das un abrazote ahora mismo de mi parte

[red_dream]

Como ya te he dicho antes, a mi me distes muchos ánimos, muchos. Cuando a Ronda se la diagnosticaron, leí y releí tu historia con Woody unas cuantas veces, y tus palabras me tranquilizaron mucho.
Es verdad que tengo cerca mío experiencias de gente que ha superado ésto, Teresa sin ir más lejos, con Taika, que hace ya 4 años que ni siquiera toma medicación para la leishmania y sigue dando negativo año tras año, pero no se me olvidan tus palabras: Tranquila, es sólo rutina, si me necesitas aquí estoy.
Puede parecer una tontería, pero me sirvió de mucho, así que Isa, mil gracias, de verdad

[red_dream]

Y ésto es lo que yo les he enviado

No he conocido nunca a Ronda sin su enfermedad, la he conocido sin saber que tenía la enfermedad, pero nunca completamente sana.
Cuando la encontramos con 5 meses tenía la cara llena de heridas, también en orejas, patas, y estaba muy delgada y con anemia.

Su primera parada antes de llegar al refugio que fue su primer hogar, fue el veterinario y esas pupas, esas heridas, presagiaban lo peor. El primer negativo de su historia, que nos hizo muy felices pensando que su estado era sólo a causa del abandono y la mala vida que había llevado en su corto período de vida.

Durante los dos o tres meses siguientes, se alimentó para engordar, le dimos vitaminas, etc y se puso muy gordita y aunque parte de las heridas se curaron, nunca remitieron del todo. Con la sospecha de que algo raro había, se le repitió la prueba de leishmania que volvió a dar negativo, así que le seguimos dando pomaditas para la dermatitis, que no hacían nada (claro).

Contaba ella con 10 meses cuando me la traje a casa definitivamente, y empezó mi andadura personal de veterinarios. Con mis analíticas negativas en la mano, nos daban pomadas para la dermatitis que no hacía nada.
Cansada de ver que esas orejas no mejoraban, y con una perra cada día más delgada, hice mi última visita, hacia el veterinario que no se cansó de buscar.

En su primera visita, le detectaron una gran anemia y los eosinófilos altos. Con nuestras analíticas negativas, empezaron a buscar.
Le biopsiaron una de las heridas, cuyos resultados fueron no concluyentes, un... puede ser esto, puede ser aquello...

Después de otras tantas pruebas, comenzaron a tratarle la anemia, y aunque engordó un poco con el tratamiento, ni las vitaminas ni su capacidad de comer (que era muy grande, pues comía incluso con muchísima ansiedad y nunca tenía fin, hasta le tuve que poner pelotas en el comedero por comer demasiado deprisa) le quitaron aquella anemia.
El siguiente paso era inevitable, la punción de médula en busca de la enfermedad que le causaba ese estado incontrolable.

Nuevamente resultados que no dicen nada. Por suerte, mi veterinario, al que estoy infinitamente agradecida, fue listo y le sacó sangre y volvió a pedir todas las analíticas habidas y por haber.
Y ahí, por fin, después de varias pruebas negativas, resultados no concluyentes, por fin dimos con ella.

Ronda tenía leishmania. Y no sólo tenía leishmania, siempre la había tenido, desde el primer momento en que la sacamos de la calle.

Recuerdo esa llamada como si fuera ahora mismo. Eran las 9 de la noche y yo ya había llamado al menos 5 veces a la clínica para saber el resultado, pero el veterinario estaba muy ocupado, así que casi a las 10:00, a pesar de que la clínica ya llevaba un buen rato cerrada, me llamó y me dio el diagnóstico: “Ronda tiene leishmania”.
Recuerdo echarme a llorar por los nervios. Y recuerdo las palabras del veterinario, que se me quedaron grabadas a fuego: “Tranquila mujer, de todo lo que barajábamos, ésto es lo mejor. En un año estará perfecta. Vente mañana y hablamos del tratamiento”.

Hasta entonces, yo la había visto asintomática total, veía que jugaba, que comía bien. Sólo la delgadez y las pupas. Con el tiempo he aprendido a ver más síntomas. Me di cuenta de que comía mucho y con ansiedad y seguía adelgazando, me di cuenta de que, aunque no estaba débil y jugaba, estaba un poco apática y no corría como al principio. Me di cuenta de que ella era más juguetona y enérgica de lo que en aquel momento estaba.

Inmediatamente la pusimos en tratamiento, su pastilla diaria y sus programadas sesiones de pinchazos diarios y descansos.

Fue largo, no voy a mentir, está siendo largo, pero sé que todo va por buen camino, porque a tan sólo mitad del tratamiento, Ronda volvió a ser Ronda. La perrita alocada y juguetona que corría sin cesar, la perrita que quería correr con todos los perritos.
De pronto, dejó de comer con ansiedad, de buscar basura y comida en la calle. Paseábamos por la calle, y me cogía de las piernas mientras andábamos, quería jugar con su hermana hasta en medio del paseo, y soltarla en el parque o el campo era una gozada por verla correr como nunca había visto correr a ningún perro.

Ronda aún no ha controlado su enfermedad. Tuvo un primer negativo que nos dio mucha esperanza, pero en la siguiente revisión, volvió a dar positivo, en sus mínimos niveles, pero positivo. Y en sólo éstos pocos niveles, vuelvo a verla un poco apática y buscando comida por la calle desesperadamente. Volvemos al tratamiento, pero con el ánimo de saber que ella lo va a controlar, porque es una campeona, porque es una podenca, porque es una superviviente y sobretodo porque lucharemos juntas contra viento y marea porque sabemos, y lo demostraremos, que un perro con leishmania puede tener una vida absolutamente normal y feliz.
Porque es nuestro compromiso.

Con mi experiencia os quiero contar que yo también sentí miedo cuando escuché la palabra leishmania, que deseo con todas mis fuerzas ver a mi alocada Ronda mordisquearme las piernas para que juegue con ella durante todo el trayecto que dure nuestro paseo, que quiero verla sin sus pupas y sus calvas, que quiero verla libre de leishmania. Pero ya no tengo miedo, no me asusta el mosquito ni me asusta lo que ha hecho con mi perra.
Collar y pipeta en alto, Ronda y yo gritamos juntas que su vida no se describirá por su enfermedad, que no tenemos miedo, que somos fuertes y que estamos juntas para controlar la enfermedad y ser felices.
La lucha será más o menos larga, pero sabemos que llegará a buen puerto, porque sí, aunque asuste mucho, la leishmania no es impedimento para nada. Es sólo una circustancia a controlar, pero nunca un impedimento para ser feliz.

[isabelcal]

que bonito. Claro que lo va a superar porque sois unas campeonas.
Sigo estando aquí para lo que quieras, lo sabes.

[red_dream]

Eres un cielo

[EMIyMAX]

vaya par estais hechas. VALIENTES!!!!!

[Monte]

Yo contaría la historia de Bruna, pero la he contado tantas veces que como vuelva a contarla me tiráis tomates

Y a Isabel y Mary (y Woody y Ronda):

[Valeria-FoxTerrier]

Isabel, Woody, Mary, Ronda

Unas historias muy tristes, pero llenas de valor y superación

Animo familias!

[red_dream]

Cuéntala Monte, si se trata de eso, de contar experiencias. Enga, anímate