Parece que la niña quiere dejar que me vaya tranquila. La última vez que se puso mala le dije a mi chico, si el día antes o la semana antes de irnos, se pone mala, me quedo en tierra. Por supuesto él lo comprendió, aunque se perdiese el dinero (como vamos con su familia y él es el guía y el titular de la reserva, obviamente, él seguiría yendo). Bueno, la cuestión es que lleva una semana comiendo muy bien, es verdad que come la mitad y la otra mitad se me planta delante como un pasmarote porque lo que quiere es que se lo de yo con la mano, pero se está comiendo toda la ración sin rechistar, con ganas y apetitos, y hay días que incluso ha repetido.
Y desde hace dos o tres días, como que voy viendo alguna pequeña mejora cada día. Por ejemplo, ella solía hacer un suspiro muy ruidoso cuando estaba acostada y muy a gusto, hacía mucho mucho tiempo que no la escuchaba hacer ese ruido otra vez, y ayer, dio varios de esos suspiros mientras echaba la siesta.
Cuando Sookie sale a ladrar al mundo, ella solía ir detrás corriendo, y desde hacía mucho tiempo cuando se encontraba bien, ladraba pero desde su cama, sin moverse, y hoy se ha ido a ladrar al mundo a la azotea casi como ella solía hacer.
Ayer y hoy ha ido paseando mejor, y ha querido perseguir y ladrar gatos (pobres gatitos...) y cada día tira menos hacia atrás o se ancla al suelo (los paseos eran una tortura, porque no quería avanzar y se agarraba al suelo como si tuviera garras). Al principio hay que arrastrarla un poco, pero coge ritmo mucho antes, y hay paseos que los da muy bien, así que voy viendo como pequeños puntos de mejoría cada ratito. No juega con Sookie, está acalorada y más vaga de lo normal (ella suele ser vaga, pero ahora mucho más), pero es que también está tomando mucha medicina (entre ellas, dosis bajas de corticoides, que la aplatanarán un pelín), y encima está, ahora mismo, gorda, así que todo eso influye para que esté más vaga y tenga menos ganas de ejercicio. Eso y que la jodía me manipula como quiere, claro, pero de momento es lo que hay, pronto estará curada y se le acabará el chollo.
De momento, está haciéndolo muy bien para que me vaya, llorando eso sí, pero también para que pueda relajarme un poquito durante ésta semana. No del todo, porque me conozco y voy a estar pendiente y necesito saber de ellos (soy yo la que tiene ansiedad por separación sin solución

) pero al menos podré un día tumbarme en la hamaca en la piscina del barco y despreocuparme aunque sea una horita, recargar pilas, divertirme, ver mundo y al volver, seguir al pie del cañón para curarla y quererla.
Ha sido un verano muy muy difícil, pero ahora mismo, creo que ya hemos superado más de la mitad del túnel y cada vez queda menos. Ésta semana será como una pausa, espero que se porten bien y coman bien, que paseen bien y que no me echen de menos. Me da mucha pena que no pueda quedarse mi amiga, a la que quieren con locura y que sé que con ella no me echarían nada de menos, pero quien iba a augurar, cuando reservé el viaje allá por el mes de enero, que pasaría ésto. Al menos encontré una solución y ellos se quedarán en su casa y juntos. Así que no puedo quejarme para nada.