Ya he hablado de Zulú en otros hilos. Es un cachorro de 10 meses mestizo y de más de 21 kilos. Era de mi pareja y me lo traje conmigo cuando él murió hace tres meses (la vida es un asco, por no decir otra cosa peor). En fin, que con su energía de cachorro y de aquí para allá los últimos meses, busqué un educador canino en mi población para que nos ayudara, a él a aprender y a mi a enseñarle. Y sí, no voy a decir que el perro no ha mejorado (en ello estamos, llevamos cinco clases de veinte) pero en algunos momentos puede conmigo la frustración y lo de ser calmada y tener "actitud" ...puffff....más bien pierdo los papeles y me dan ganas de enviar al perro a la Luna de una patada en el trasero (aunque no lo haga). Es como pasa con los hijos, que los quieres más que a nada en el mundo pero en ciertos momentos te dan ganas de darles una bofetada y dejarlos sentados en el suelo y piensas "¡Dios mío, cómo me he metido en este lío".
Eso es lo que acaba de pasarme, he subido del último paseo con un cabreo de narices y diciéndole al perro de todo menos bonito. Lo sé. Él no tiene la culpa. Hoy ha llovido, no ha podido salir a correr, sólo ha corrido pasillo arriba y abajo de mi piso... Pero en la calle ni atendía a las correcciones con el collar, ni a los "chist", ni a los toques con el pie en el lomo, ni con ningún tipo de corrección, todo el rato tirando, oliendo y dando botes al menor ruido. Es frustrante no tener en este maldito pueblo (Premià de Mar) un maldito pipican donde el perro pueda correr con seguridad. De momento, imposible dejarlo suelto si no es en un sitio cerrado. Lo que necesita es correr y correr.
Además tengo dos gatas. Desde siempre, desde que eran pequeñitos se han tolerado, pero es una lucha. Si los tres están tranquilos no hay problema, pero cuando el perro quiere jugar, le da por perseguirlas a toda velocidad, intentar cogerlas y ellas se ponen erizadas, bufando como locas...y ya hace casi dos meses que lo tengo. ¿Cuándo empezará a ir todo rodado? ¿Cuándo aprenderá el perro? ¿Cuándo se calmará?
Ni que decir tiene que al mismo tiempo que por la calle le doy un tirón de la correa seguido de un grito y un "me ca*** en la madre que te parió" me siento culpable, pero soy humana y cuando se descontrola en algunos de mis paseos acabo con la mano dolorida de sujetarlo.
Por favor, dadme ánimos y decidme que es cuestión de tiempo. Cuando lo lleva el educador va de fábula, claro. Él tiene una actitud decidida, enérgica, seguridad y 20 años de experiencia. Yo es la primera vez que tengo un perro tan grande (el anterior fue un caniche) y a veces pienso que soy un desastre y que no lo voy a conseguir



Saludos