Hace 9 meses adoptamos a Mika y al mes de tenerla la llevamos al etólogo para que nos ayudase a que superase sus miedos. Después de que nos invitaran a "devolverla" o "sacrificarla", cosa que por supuesto nos negamos, empecé a trabajar con ella. Han sido muchos días de risas, lágrimas, frustaciones, apoyo 100%.
Evidentemente no soy adiestradora ni educadora, así que me está costando un pelín más que a un profesional pero siempre tengo las orejas dispuestas a escuchar consejos, a aprender, a no ser flexible (aunque me cueste) porque quiero una perra que se amolde a mi vida, porque forma parte de ella, no que me condicione. Me lo he propuesto y se que aunque me cueste mucho lo conseguiré. Sobretodo, quiero que mi perra sea feliz.
Pero sobre todo, quiero que sepáis TODOS que sin vosotros esto no sería posible:
Primero aprendió a perder el miedo a las personas. Aquí en el paseo de Benidorm, donde creo que no cabía más gente:

Segundo aprendió a perder el miedo a los perros. Aquí en uno de sus paseos con sus colegas


Con los cachorros todavía no le he hecho fotos, pero esta semana ha estado tumbada en el suelo mientras uno le mordia la oreja y otro se le subía al lomo. Ella sin moverse, tan paciente.
Y para mí la más importante, y la que más tengo que agradeceros. Va por ustedes:


La foto no es preparada, es decir, era mi sobrina la que llevaba la correa, las dos corriendo, tan tranquilas. Se dejó acariciar, de hecho hasta estuvimos en mi casa con las dos juntas y no hubo ningún gruñido ni problema.
Cuando mi sobrina se fue, lloraba diciendo que se quería llevar a Mika a subir a los caballitos con ella...